Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/160

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 162 —

el asunto del principio al fin. Los muchachos habían recorrido el río de arriba abajo sin resultado. La lancha no estaba en muelle ni desembarcadero alguno, ni había vuelto á su punto de partida. No era creíble que la hubieran echado á pique para borrar su rastro; pero esa podía ser la última hipótesis, en el caso de que todas las demás fallaran. Yo sabía que Small tenía una cierta dosis de astucia, pero no lo creía capaz de nada parecido á la malicia fina. Esta es, generalmente, fruto de la educación. De esta reflexión deduje que, habiendo estado por algún tiempo en Londres pues sabíamos que había vigilado continuamente á los de Pondicherry Lodge, muy difícil sería que abandonara la ciudad de improviso: sin duda había necesitado algún tiempo, aunque no fuera más que un día, para arreglar sus cosas. Esa era, de todos modos, una probabilidad aceptable.

A mi me habría parecido bastante débilobservé yo. Más probable era que hubiese arreglado sus asuntos antes de emprender toda oporación.

—No; yo no lo creo así. Su alojamiento debía ser un punto de retirada demasiado valioso para abandonarlo antes de estar seguro de que ya no lo necesitaba. Y, además, otra reflexión me hizo confirmarme en esa idea. Jonathan debía