Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/204

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 206 —

»Mientras vienen, voy á decirle á usted de qué se trata. Póngase usted en la puerta, Mahomet Singh, y avisenos cuando vengan.

La cuestión es ésta, sahib, y voy á decirse»la á usted porque sé que cuando un hombro »jura, hay que tener confianza en su juramento.

»Si hubiera usted sido uno de esos mentirosos hindus, aunque hubiese jurado por todos los dio»ses de sus falsos templos, su sangre habría co»rrido bajo el cuchillo, y su cuerpo rodaría por plas aguas. Pero los sikas conocen á los ingleses »y los ingleses conocen á los sikas. Escuche us»ted, pues, lo que voy á contarle:

»En las provincias del Norte hay un rajá que »tiene una gran fortuna, aunque su territorio es »pequeño. Una parte la ha heredado de su pa»dre, pero lo más lo ha acumulado él mismo, »pues es hombre de carácter ruín y prefiere »guardar el oro á gastarlo. Cuando estalló la re»vuelta, quiso ser amigo del león y del tigre á la »vez de los cipayos y de las fuerzas de la com»pañía; pero luego creyó que el fin de los blan»cos había llegado, al oir que en todo el país no »se hablaba más que de su expulsión y de su » muertewww » Sin embargo, siendo como es hombre de » precauciones, trazó sus planes de manera que, bsucediera lo que sucediera, por lo menos le