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www 38 per —¿Es simpática?—preguntó lánguidamente; no lo había observado.

—Verdad que usted no es más que un autómata, una máquina de calcular—exclamé. Hay veces que noto en usted algo positivamente ajeno á la humanidad.

Holmes se sonrió amablemente.

LA SE ÑAL .—3 —Es condición de importacia primordial dijo, impedir que nuestro criterio sea extraviado por las cualidades personales de alguien.

Un cliente es para mí una simple unidad, un factor en un problema. Las cualidades que conmueven, son antagónicas al razonamiento claro.

Sepa usted que la mujer más encantadora que he conocido en mi vida, fué ahorcada por haber envenenado á tres niñitos con el objeto de cobrar los seguros de vida de los tres, y el hom.bre más repelente que he visto hasta ahora, es un filántropo que ha gastado cerca de un cuarto de millón con los pobres de Londres.

Sin embargo, en este caso...

—Yo nunca hago excepciones. Un excepción basta para destruir la regla. ¿Ha tenido usted ocasión de estudiar el carácter de las personas por la letra? ¿Qué piensa usted de la de este sujeto?

Qué es legible y regular—contesté.— Hom-