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La teoría de la relatividad de Einstein.

métrico es euclidiano y no existe campo gravitatorio en el sentido corriente (hasta los campos locales de las masas planetarias), sino a un sistema que se halle en movimiento (o incluso que se deforme); pero en este caso manifiéstanse al punto campos gravitatorios, y la geometría pierde su carácter euclidiano. La forma general de las leyes naturales sigue siendo la misma siempre; pero los valores de las magnitudes g11, g12....g34...., que determinan el campo métrico o campo gravitatorio, son distintos en cada sistema de referencia. En esta invariancia de las leyes consiste la diferencia que separa la nueva de la antigua dinámica; en la antigua era posible, naturalmente, pasar a cualesquiera sistemas de referencia movidos (o deformados); pero las leyes naturales no conservaban entonces su forma; había formas de las leyes naturales que eran «las más sencillas», las que se tomaban en sistemas de coordenadas inmóviles en determinado espacio, en el espacio absoluto. En la teoría general de la relatividad no hay tales formas privilegiadas, que sean «las más sencillas», de las leyes naturales; a lo sumo, pueden los valores numéricos de las magnitudes g11....g34, que aparecen en todas las leyes naturales, ser particularmente sencillos o alejarse poco de tales sencillos valores, dentro de limitados territorios. Así, la astronomía refiere sus fórmulas a un sistema de referencia que, dentro del pequeño espacio del sistema planetario, seria euclidiano si no existieran el Sol y los planetas, un sistema, pues, en que las g11....g34 tendrían los valores sencillos expresados en la fórmula [89] (pág. 352). Pero, en realidad, las g11....g34 no tienen esos valores, sino que en la proximidad de las masas planetarias aléjanse un poco de ellos, como luego explicaremos más detenidamente. Cualquier otro sistema de referencia (por ejemplo, uno en movimiento de rotación) en el cual las g11....g34, aun sin masas planetarias, no tuvieran los sencillos valores de la fórmula [89], es, pues, en principio, tan legítimo como el otro. Esto nos autoriza, si queremos, a volver al punto de vista ptolemaico de la Tierra inmóvil; ello significaría el empleo de un sistema de referencia fijo en la Tierra, en el cual las g11....g34 reciben va-