Página:La vida de las abejas (1909).pdf/219

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 213 —

resplandor misterioso en los campesinos como Den nosotros mismos. Se le encuentra en todas partes cuando se sigue la vida hasta su principio omnipotente. De siglo en siglo modificamos el epíteto de ese principio. Los hubo precisos y consoladores. Debió reconocerse que Dese consuelo y esa precisión eran ilusorios. Pe»ro que lo llamemos Dios, Providencia, Natu»raleza, Casualidad, Vida, Destino, el misterio continúa siendo el mismo, y todo lo que nos han enseñado millares de años de experiencia, Des que le demos un nombre más vasto, más cercano á nosotros, más flexible, más dócil á la expectativa y á lo imprevisto. Es el que lleva hoy, y por eso, nunca pareció más grande. He ahí uno de los numerosos aspectos de la terceora apariencia, y esta es la última verdad.»