Página:La vida es sueño.djvu/40

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
36
CALDERON

Que no sienta? Que el más fuerte
A su natural responde.

Yo así, que en tus brazos miro
Desta muerte el instrumento,
Y miro el lugar sangriento,
De tus brazos me retiro;

Y aunque en amorosos lazos
Ceñir tu cuello pensé,
Sin ellos me volveré,
Que tengo miedo á tus brazos.

SEGIS. Sin ellos me podré estar,
Como me he estado hasta aquí;
Que un padre que contra mí
Tanto rigor sabe usar.

Que su condición ingrata
De su lado me desvia,
Como á una fiera me cria,
Y como á un monstruo me trata,

Y mi muerte solicita.
De poca importancia fué
Que los brazos no me dé.
Cuando el ser de hombre me quita.

BAS. Al Cielo y á Dios pluguiera
Que á dártele no llegara;
Pues ni tu voz escuchara.
Ni tu atrevimiento viera.

SEGIS. Si no me le hubieras dado,
No me quejara de tí;
Pero una vez dado, sí,
Por habérmele quitado;

Pues, aunque el dar la acción es
Más noble y más singular.
Es mayor bajeza el dar,
Para quitarlo después.

BAS. ¡Bien me agradeces el verte,
De un humilde y pobre preso,
Príncipe ya!