crueldad tan inaudita; y sacando la atftHlería, entraron de alfí á algunos días en la villa de 'Tordesi lias, donde se hallaba la rey na doña Juana, en cura por su demencia, según unos, y en reclusión, tratada con abandono y du- reza, si se ha de creer á los Comuneros. Pa- dilla y demás Capitanes presentáronse á $• A., que los recibió con afabilidad y agasajo; y manifestándole los niales que agoviaban ei revno, la ausencia de su hijo y la guerra ci- vil ya comenzada , rogáronle prestase su au- toridad, para que á su nombre y al del rey, gobernasen/estos i rey nos los Procuradores de hs Ciudades , que se hallaban reunidos ea Ávila, y ; $e tratase de poner término á tant4 ' calamidad. Convino en ello la reyna, y asi lo publicaron los Comuneros con testimonios judiciales V si bieh es verdad que sus contra-- i-ios aseguran , que jamas pudieron conven- cerla' á 'que firmase 'car tas, ni provisiones; y que su condescendencia y apr.obaciou nacían meramente de sk apacible, carácter .y falta de juicio/ to cierto ¿es, que, pl jo de Setiem- bre ya se haílában reunidos én Tordesillas todos los Procuradores del rey no, gobernán^ dolo d nombre de la Reyita y el Rey , sus
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