oprimido -por la desmedida preponderancia de la casa de Medina Sidonia , apénas mani- festó con la ligera conmoción de la capital que no era del todo insensible al deshonor que le amagaba , por su indiferencia acia el bien general de la Patria. Aunque en esta época se veia en su ma«- yor robustez y grandeza el bando de la Co- munidad , ya por otra parte empezaban á manifestarse los presagios de su decadencia y ruina én la desunión de la nobleza y del pueblo! Si hubiera habido concierto y liga entre ambas clases f y hubieran trabajado de consuno para poner cpto al poderío de los re*
- yes, np cabe la mas leve duda de que Jo hu»
hieran conseguido; y de qué una Constitución, muy seipejahte ála que ha hecho feliz á lngla* térra , nos hubiera ahorrado tres siglos, de es* clavitud y de ignominia. Pero por desgracia ei tgoismp y ambición de los grandes y señores, jr quizá alguna imprudencia y falta de política der parte de I9S Comuneros , hicieron que b do^ bleza ííe declarase contra la causa deJa libertad, 1 y prefiriese ayudar al monarca para oprihttr» á los pueblos f aun con peligro de sus pro* pió* privilegios , á la grata -satisfacción; de
