EL GENIO DE LA MEZQUITA GAMIA
La mezquita Gamia Sultán Hasán es la más hermosa ruina del Cairo. No hay, al verla — como delante de los despojos del templo de Júpiter en Atenas o del de las Vestales en Koma, — que imaginar un esplendor ausente. Esta construcción, en su decadencia, tiene algo de una vestidura de arminio degradado, sobre terciopelo roído, espectro viviente de una riqueza agonizante.
El vestíbulo, con su alta gruta de estalactitas, desmenuzándose levemente, es matizado reloj fantástico de cristal de espumas, donde cada partícula desprendida de color señala el vuelo de nuevas horas. Y así, el monumento — en cuyo interior palpita el alma árabe en formas bizantinas, evocando, pesado y macizo, por fuera, algún templo del más viejo Egipto, — da, bajo su vestíbulo, la impresión de indiferencia de las grandes cosas, que reducen un siglo que pasa a un grano de polvo que cae.
La historia sangrienta del Oriente ha desper-