y como á ésta corresponde, según dije, una menor ondulación, resulta que mi onda sonora de 45,000 vibraciones por segundo, es casi una flecha ligerísimamente ondulada. Por pequeña que sea esta ondulación, siempre es excesiva molecularmente hablando; y como mis diapasones no pueden reducirse más, era menester ingeniarse de otro modo."
"Había, además, otro inconveniente. Las curvas de la onda sonora están relacionadas con su propagación, de tal modo que su ampliación progresa con gran velocidad hasta anularla como sonido, imposibilitando á la vez su desarrollo como fuerza; pero tanto este inconveniente, como el que resulta de la ondulación en sí, desaparecerían multiplicando la velocidad de traslación. De ésta depende que la onda no pierda la rectitud, que como toda curva tiene al comenzar, y al logro de semejante propósito concurrió una ley científica."
"Fourier, el célebre matemático francés, ha enunciado un principio aplicable á las ondas simples —las de mi problema— que puede traducirse vulgarmente así:
"Cualquiera forma de onda, puede estar compuesta por cierto número de ondas simples de longitudes diferentes."
"Siendo ello así, si yo pudiera lanzar sucesiva-