Estas propiedades lo son por excelencia de los diversos estados de materia, pero no excluyen las otras; forman sus características, pero no son exclusivas.
Se ve, entonces, que el elemento femenino es el primordial, y que la situación del estado líquido (agua) en el cuadro de las manifestaciones materiales, justifica su símbolo[1].
La biología moderna considera primitivo también al sexo femenino, y cree que desarrolló su contrario antecediéndolo con la fase hermafrodita. No tenemos, pues, por qué esforzarnos en buscar mayores razones.
Conviene hacer notar ahora que esas formas de vida eran fluídicas, verdaderos moldes de las actuales por causa del enorme calor del globo y de la todavía escasa diferenciación de sus elementos; y si el radium ú otra cosa análoga, era el sólido prototípico, dichas formas debían ser luminosas, ó en otros términos manifestar más intensamente la
- ↑ Haremos notar, sin embargo, que el símbolo físico del agua en todas las filosofías antiguas, es la cruz, pero ello viene de que cuando se parte del espacio de tres dimensiones, ó sea de la materia tal como podemos percibirla, el agua ocupa el cuarto lugar; siendo la cruz el símbolo cuaternario. Los dos líneas horizontal y vertical que la componen, simbolizan también el equilibrio material que es la forma líquida, y ésta era otra razón.