él hasta mucho más allá de la órbita de Neptuno; otros cometas, cual si fuesen viajeros celestes llenos de inquieta curiosidad, pasan de un Sol á
Cometa de cola hendida.
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otro, y muchos de ellos son tan tenues, que la Tierra podría pasar á través de ellos con más facilidad que una bala de fusil por una tela de araña.
Cuando aparece algún cometa sobre nuestro horizonte, suele motivar terror y alarma entre las gentes incultas, que suponen que esos astros anuncian guerras, pestes y otras calamidades; pero éstas son preocupaciones propias sólo de ignorantes y que hacen reir á las personas sensatas.
Doy aquí fin á mis conferencias, hijos míos. Si he logrado impresionar con ellas vuestras conciencias y vuestros corazones, permitiéndoos entrever la magnificencia del universo y completar la idea que ya tenéis formada de la grandeza de Dios, harto premiado estaré, pues quien siembra verdades, siembra bienes. Quizá algún día vuestra afición al estudio os llegue á proporcionar una profunda