dista, por término medio, del astro del día 56 millones de kilómetros. Digo por término medio, pues su órbita no es circular, sino de forma elíptica muy prolongada, de modo que unas veces se aproxima al Sol hasta 44 millones de kilómetros y otras se aleja hasta 68. Os extrañará que haya podido determinarse la distancia de varios astros al Sol ó á la Tierra, y me limitaré á deciros que no hay en esto nada de arbitrario, pues esas distancias se conocen por medio de procedimientos muy exactos y precisos, que no estáis aún en situación de comprender, y que enseña una ciencia llamada Trigonometría. Conocida la distancia de un astro á la Tierra, por ejemplo, y determinado además el tamaño aparente que desde aquí presenta, fácil es deducir su tamaño verdadero; y por otros procedimientos que, una vez conocidas á fondo las matemáticas, son sencillos, pero que sería largo y poco útil explicaros ahora, se puede precisar también, no sólo la masa de un astro, sino el peso específico que tiene y la velocidad con que caen los objetos al suelo en su superficie. Basta á mi propósito haceros estas indicaciones para que no os extrañe la facilidad con que se habla de la distancia, dimensiones y peso de algunos astros, alejados en muchos millones de leguas de nuestro mundo.
Se llama año de cada planeta al transcurso de tiempo que emplea en completar su vuelta alrededor del Sol, ó sea en recorrer toda la órbita que traza en torno de ese astro. Mercurio hace este movimiento en ochenta y ocho días, y tiene estaciones algo más pronunciadas que las de la Tierra,