Ir al contenido

Página:Las Tierras de Arauco - MC0076055.pdf/9

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 11 —

fé y cuanta plaga fué posible sembrar entre ellos y no en el grado que lo suponen los que quieren robarle todo a pretexto de ellos.

Conste tambien que el indio no fué ántes bebedor como hoi, ni jamas ha sido perezoso.

¿Acaso un pueblo de perezosos podia ser capaz de pelear durante siglos contra el poderío español y reconquistar tres o cuatro veces fuertes y ciudades, construidas en sus territorios? El vigor de las razas no proviene de la pereza, y los caudales de enerjías que derrochan los pueblos en guerra, es trabajo. Hoi son mas perezosos que antes por culpa del mismo Gobierno que o no les dejó en que trabajar o si lo hizo los obliga a vivir en una comunidad, en que solo los tontos o los santos pueden hacerlo.

No puede exijirse a un indio que trabaje en comunidad y es una frase malévola la de quien dice: «esta tierra está mal cultivada porque es de indios.» Debe decirse: «está mal cultivada porque es tierra comun».

No saben los lejisladores que no pueden ser comunes sino las cosas de utilidad ilimitada, como el aire y el mar; no saben que las herencias mientras están indivisas se destruyen; que hasta las comunidades de agua son motivos de sinnúmero de cuestiones, no solo en las cargas comunes de conservacion, sino tambien en el aprovechamiento de las utilidades y que no obstante existir jueces de aguas y numerosas leyes, impera aun «la penca»; no saben que hasta las luchas domésticas casi siempre provienen del cinco; no saben que comunidad es contrario a propiedad; no saben que el suelo solo puede ser comun donde no se ha hecho necesaria la constitucion de la propiedad de él; no saben que para que el suelo progrese es indispensable se dé al que lo aprovecha seguridad de que no se le quitará, para que así inmovilize en él su dueño cuanta enerjía pueda y sea acreedor a una holganza; no saben que comunidad es contraria a civilizacion y a la vida armónica de los ciudadanos dentro del estado en que viven; no saben que las doctrinas comun stas, jamas han podido ponerse en práctica ni entre sus apóstoles; no saben que la comunidad es solo posible en los campos sin límites y no en los corrales, en que los racionales han de estar como los brutos a cornadas y coces; no saben que el indio no puede nombrar un administrador proindiviso, única forma de gobierno de una comunidad, etc. etc. Y sin embargo se quiere exijir al indio sea un ser perfecto?

¿No comprende el buen Gobierno que está matando a los indios y destruyendo sus enerjías? ¿No sabe que es principio de buen gobierno que hasta al vaquero se dé su peara y al carretero sus aperos y que cuando todo es comun dentro de un fundo las bestias vivirán lastimadas y todo andará forzosamente mal?

La radicacion en comunidad ha dado resultados funestos por que se igualó injustamente a todos y de aquí la lucha del mas rico contra el mas pobre; éste exije lo que la lei le dió y aquel no puede comprender se le haya quitado lo suyo para darlo a éste. Este ué un golpe premeditado al parecer contra los indios mas pudientes, a sus fortunas que quizás les habrian servido para educar sus hijos, quienes habrian defendido a su raza de tanto abuso. Mataron pues a los ricos e hicieron como los gobiernos despóticos que matan al obrero ilustrado para destruir la democracia.

¿A cuántos indios educó el Gobierno para hacerse aparecer como Protector y ántes que llegaran a sus rucas los asesinaron sus ajentes en el camino?[1] ¡Qué vergonzoso es esto para un pueblo que tiene ideas de justicia y no de rapiña y asesinato para los débiles en jeneral y que lo ha permitido respecto de los indios!

Esto se ha hecho con centenares de familias dueños de miles de animales y estensas tierras.

A pesar de todo, el indio soporta el duro peso de las leyes no tan injustas como mal cumplidas, y se civiliza rápidamente; pero la mayoria como tontificada con tanta infamia arrastra sus miserias que no las lleva por pereza, sino porque se le

  1. Léase Crónica de la Araucania y se verá que habiéndosele muerto el padre pidió permiso para venir a sus campos en Angol, y a este pueblo lo acompañaron dos soldados de la patria que llevaban el triste y secreto encargo de matarlo. Cumplieron su encargo i Melin no volvió y se dijo que el indio se habia internado en las selvas.