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HISTORIA DE LA MUJER DESPEDAZADA...

Lo que saques del agua te lo compraré y te daré por ello cien dinares.» Y el viejo se regocijó al oirle, y contestó: «¡Acepto cuanto acabas de ofrecerme y lo pongo sobre mi cabeza!»

Y el pescador volvió con ellos hacia el Tigris, y arrojando la red, quedó en acecho; después tiró de la cuerda de la red, y la red salió. Y el viejo pescador encontró en la red un cajón que estaba cerrado y que pesaba mucho. Intentó levantarlo el califa y lo encontró también muy pesado. Pero se apresuró á entregar los cien dinares al pescador, que se alejó muy contento.

Entonces Giafar y Massrur cargaron con el cajón y lo llevaron al palacio. Y el califa dispuso que se encendiesen las antorchas, y Giafar y Massrur se abalanzaron sobre el cajón y lo rompieron. Y dentro de él hallaron una enorme banasta de hojas de palmera cosidas con lana roja. Cortaron el cosido, y en la banasta había un tapiz; apartaron el tapiz y encontraron debajo un gran velo blanco de mujer; levantaron el velo y apareció, blanca como la plata virgen, una joven muerta y despedazada.

Ante aquel espectáculo, las lágrimas corrieron por las mejillas del califa, y después, muy enfurecido, encarándose con Giafar, exclamó: «¡Oh perro visir! ¡Ya ves cómo, durante mi reinado, se asesina á las gentes y se arroja á las víctimas al agua! ¡Y su sangre caerá sobre mí el día del Juicio y pesará eternamente sobre mi conciencia! Pero ¡por Alah!