Cuando llevaba ya algún tiempo en aquel palacio, la hermosa joven árabe Yasmina empezó á adelgazar y á consumirse de languidez. Entonces el rey llamó al médico, y le dijo: «Sube pronto, y examina á Sett El-Arab, á Yasmina. No sé por qué adelgaza y se desmejora así. Y el médico subió, y examinó á Yasmina. Luego bajó, y dijo al rey: «No está habituada á residir en las ciudades, porque es una muchacha campesina, y su pecho se oprime con la falta de aire.» Y el rey preguntó: «¿Y qué hay que hacer?» El hakim contestó: «Haz que le erijan un palacio junto al mar, donde podrá respirar aire sano; y se pondrá más hermosa de lo que era.» Y al punto dió el rey orden á los albañiles para que erigieran un palacio junto al mar. Y cuando estuvo acabado el palacio, transportaron alli á la languideciente Yasmina, dama de los árabes...
PERO CUANDO LLEGÓ LA 944.ª NOCHE |
Ella dijo:
...á la languideciente Yasmina, dama de los árabes.
Y he aquí que cuando ella vivió algún tiempo