Entonces la gennia volvió al retrete y cogió á Dalal de la mano y le mostró al carnero blanco, tendido en tierra sin vida. Luego lo sacaron del patio y lo echaron al foso. ¡Y esto es, en definitiva, lo referente á él!
Y la gennia besó á Dalal una vez en la mejilla, y le dijo: «Ahora, Dalal, voy á pedirte un servicio.» Dalal contestó: «A tus órdenes, querida.» La gennia dijo: «¡Deseo que vengas conmigo, solamente por una hora, al mar de Esmeralda!» Dalal contestó: «Está bien. Pero ¿para qué?» La gennia contestó: «Está enfermo mi hijo, y ha dicho nuestro médico que no se curará mas que bebiendo una escudilla de agua del mar de Esmeralda. Pero nadie puede llenar de agua una escudilla en el mar de Esmeralda, á no ser una hija de los hombres. Y aprovecho el haber venido á verte para pedirte ese servicio.» Y Dalal contestó: «Por encima de mi cabeza y de mis ojos, con tal de estar aquí de regreso antes que se levante mi esposo.» La gennia dijo: «Desde luego.» Y la hizo montarse en sus hombros y la llevó á orillas del mar de Esmeralda. Y le dió una escudilla de oro. Y Dalal llenó la escudilla con aquella agua maravillosa. Pero, al retirarla, una ola le mojó la mano, que inmediatamente se le puso verde como el trébol. Tras de lo cual la gennia hizo subir de nuevo á Dalal en sus hombros, y la dejó en la cámara nupcial junto al joven. Y esto es lo referente á la secuaz de Sett Zeinab (¡con ella la plegaria y la paz!).