y por haber tornado, aquella noche, la perplejidad de mi espíritu en alegria y en contento. Y bendije en mi corazón la memoria veneranda de mi maes- tro Abu Hanifah, cuya enseñanza me inició en todas las sutilezas del código canónico y del có- digo civil. ¡Alah le cubra con sus dones y con sus gracias.
Luego dijo el joven rico: «Escuchad ahora joh
amigos míos! la historia de LA JOVEN ÁRABE DE LA
FUENTE. »
Y dijo:
La joven árabe de la fuente
«Cuando recayó el poder califal en Al-Mamún,
hijo de Harún Al-Rachid, aquello fué una bendi-
ción para el Imperio. Porque Al-Mamún, que sin
disputa fué el califa más brillante y más ilustrado
entre todos los Abbasidas, fecundó las comarcas
musulmanas con la paz y la justicia, protegió eficaz-
mente y honró á los sabios y á los poetas, y lanzó
á nuestros padres árabes al meidán de las ciencias.
Y á pesar de sus inmensas ocupaciones y de sus
jornadas invertidas en el trabajo y el estudio, sabía
disponer de horas para los regocijos, las alegrías y
los festines. Y para los músicos y las cantarinas