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Ora por misteriosa
Mano humillada y en el polvo hundida,
Réproba de su Dios, por Dios ungida.

¡Misterio de la Historia!
Al abortar la tierra Pueblos grandes,
Se estremece entre llamas y entre escoria;
Como los rudos Andes,
Cuando al fuego de cráteres airados,

Engendran los metales codiciados.




LUCA.



¿Es verdad que abatiendo las crínes
El soberbio corcél desbocado,
De la heroica carrera cansado
Dobla el cuello y se rinde por fin?
Es verdad que la reina del mundo,
La Razon, en sus gradas erguida,
Tiende al pueblo argentino su egida
Y quebranta sus iras así?

Pavoroso cometa en el siglo
Se mostró consternando la esfera,
Y en su loca ferviente carrera
Derrumbóse rebelde á su Dios:
Pero nó, que la fuerza sublime
Del amor atrayente del cielo,
Refrenando al audaz en su vuelo,
Al errante bandido domó.

Así el pueblo que rompe los lazos
De una oscura y feroz servidumbre,
Entre sombras buscando la lumbre,
Se dementa sangriento tambien:
Mas al fin al dintel de la tumba,
Se transforma cual ángel caido
Y del caos como al mundo salido
Coronada nos muestra la sien,

Coronado te adoro y te aplaudo,
Redimido te admiro y te canto,
Bautizada en las fuentes del llanto,
¡Pueblo mio! te canto otra vez.
De mi lira la cuerda desecho

Que vibraba en mis odas guerreras,