Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo III (1879).pdf/316

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
318
Plutarco.—Las vidas paralelas.

tantas guerras y tan cuantiosos despojos, temió que sus soldados cargados con tanto botin y tanta presa se hicieran demasiado pesados para la fuga, y muy delicados para llevar las continuas marchas y aguantar la dilacion y el tiempo, que era en el que principalmente ponia la esperanza de aquella guerra, pensando en cansar y fatigar á Antigono. Mas conociendo la dificultad de apartar á los Macedonios por medio de una órden directa de una riqueza que podian contar por suya, mandó que tomaran ellos alimento y dieran pienso á los caballos, y en seguida marcharan contra los enemigos. En tanto, envió secretamente quien á Menandro, jefe encargado del bagaje de los enemigos, le advirtiese de su parte, como si se interesara por ét convertido en su amigo y deudo, de que estuviese apercibido y se retirara cuanto antes de aquellas llanuras y lugares bajos á la falda de los montes vecinos inaccesibles á la caballería, y poco propia para las sorpresas. Notó Menandro inmediatamente el peligro, y partió de allí: y Eumenes entonces & presencia de todos envió descubridores, dando ya la órden á los soldados de que se armasen y pusieran los frenos á los caballos como para acometer inmediatamente á los enemigos; pero trayéndole los descubridores noticias de que Menandro se habia puesto en plena seguridad con haberse retirado á lugares ásperos, fingiendo que se enfadaba, marchó de allí con sus tropas.

Dicese que dando parte Menandro á Antígono de esta ocurrencia, como los Macedonios alabasen á Eumenes y se mostrasen más benignos con él, porque siéndole fácil cautivar á sus hijos y afrentar á sus mujeres, se habia ido á la mano y tenidoles consideracion, replicó Antigono: No lo ha hecho por amor á nosotros, ob simples; sino por temor de que estas riquezas fuesen grillos para su fuga.» Andando, pues, Eumenes fugitivo y errante.. persuadió ámuchos de sus soldados que se retirasen, bien fuera por compasion que les tuviese, ó bien por que no quisiera ile-