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Plutarco.—Las vidas paralelas.

y la degradacion; mas no tardó en manifestar cuánto echaba ménos y deseaba á los Gracos. Porque levantándoles estatuas, las colocaron en un paraje público; y consagrando los lugares en que fallecieron, les ofrecian las primicias de los frutos que llevaba cada estacion, y muchos los adoraban y les hacian sacrificios cada dia, concurriendo á aquellos sitios como á los templos de los Dioses.

Dícese de Cornelia haber manifestado en muchas cosas que llevaba con entereza y magnanimidad sus infortunios; y que acerca de la consagracion de los lugares en que perecieron sus hijos solia expresar que los muertos habian tenido dignos sepulcros. Su vida la pasó despues en los campos llamados Misenos, sin alterar en nada el tenor acostumbrado de ella. Porque gustaba del trato de gentes, y por su inclinacion á la hospitalidad tenia buena mesa, frecuentando siempre su casa Griegos y literatos, y recibiendo dones de ella todos los reyes, y enviándoselos reciprocamente. Escuchábasela con gusto cuando á los concurrentes les explicaba la conducta y tenor de vida de su padre Escipion Africano; y se hacía admirar cuando sin llanto y sin lágrimas hablaba de sus hijos, y refería sus desventuras y sus hazañas, como si tratara de personas de otros tiempos, á los que le preguntaban. Por lo cual algunos creyeron que habia perdido el juicio por la vejez ó por la grandeza de sus males, y héchose insensata con tantas desgracias; siendo ellos los verdaderamente insensatos, por no advertir cuánto conduce para no dejarse vencer del dolor, sobre el buen carácter, el haber nacido y educadose convenientemente; y que si la fortuna miéntras dura hace muchas veces degenerar la virtud, en la caida no le quita el llevar los males con una resignacion digna de elogio.