Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo IV (1880).pdf/379

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
381
DEMOSTENES.

la salud en segundo lugar despues de lo honesto y de lo honroso: de manera que si en los asuntos que trató, al amor de la gloria y á la nobleza de los pensamientos se hubieran unido el valor militar y el haberse en todo limpiamente, habria sido digno de que en el número de oradores se le colocara, no al lado de Mirocles, Polieucto é Hipérides, sino más arriba con Cimon, Tucídides y Pericles.

De los de su tiempo Focion, aunque no era del partido que se llevaba los aplausos, y antes parecia que macedonisaba, sin embargo, por su valor y su justificacion no fué reputado inferior á Efialto, á Arístides y á Cimon. Mas Demóstenes, no siendo de fiar en las armas, como dice Demetrio, ni bastante seguro en punto á recibir, pues aunque no se dejó cautivar con el oro de Filipo y de Macedonia, con el de Susa y Ecbatana se dejó domeñar y rendir; si pudo celebrar dignamente las virtudes de los hombres grandes que le precedieron, no le fué dado imitarlas; mas con todo á los oradores de su tiempo, si sacamos á Focion de esta cuenta, áun en la conducta les hizo ventaja. Parece que fué asimismo el que habló al pueblo con más libertadresistiendo á sus deseos, é increpando sus desaciertos, como de sus mismas oraciones se deduce; y Teopompo refiere que encargándole un día los Atenienses una acusacion, y alborotándose contra él porque no la admitia, se levantó y les dijo: «Por consejero, oh Alenienses, me tendreis, aunque no querais; pero por calumniador no, aunque os empeñeis en ello.» No dejó de ser bien aristocrático lo que ejecutó con Antifon, que habiendo sido absuelto por la junta pública, le echó mano y lo llevó ante el consejo del Areopago, y no dándosele nada de desagradar al pueblo, convenció á aquél de que habia prometido á Filipo incendiar los arsenales; y el Areopago hizo que fuera condenado á muerte. Acusó igualmente á la sacerdotisa Teoris, entre otros crímenes, de que enseñaba á los esclavos