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Plutarco.—Las vidas paralelas.

de oro, de los Diálogos de Platos, que si Júpiter usara de la palabra, kablaria de aquella manera; y á Teofrasto solia llamarie ses delicias. Preguntado cuál de las oraciones de Demóstenes le parecía la mejor, respondió que la más larga. No obstante, algunos de los que afectan demostenizar le achacan haber dicho en carta á ao de sus amigos que alguna vez dormitó Demóstenes; y no se acuerdan de los contínuos y grandes elogios que hace de este hombre insigae, y de que a las más estudiadas y más vehementes de sus oraciones, que son las que dijo contra Antonio, le intitoló filipicas. De los hombres que en su tiempo tuvio ron fama, ó por la elocuencia ó por la sabiduría, no hubo ninguno al que no hubiese becho más ilustre hablando ó escribiendo con sinceridad de cada uno. Para Cratipo el Peripatético alcanzó que se le hiciera ciudadano romano, siendo ya dictador César; y obtuvo para el mismo que el Areopago decretara y le rogara permaneciese en Atenas para formar la joventud, siendo el ornamento de aquella ciudad. Existen cartas de Ciceron á Herodes, y otras á su propio bijo, encargándoles cultivaran la filosofia con Cratipo. Notícioso de que el orador Gorgias inclinaba á este jóven á los placeres y á las comilonas, le previno que se separara de su trato. Esta carta primera de las griegas, y la segunda á Pelope de Bizancio, parece haber sido las finicas que se escribieron con enfado: en cuanto á Gorgias con razon, culpándole de ser vicioso y disipado, como parece haberlo sido; pero en cuanto á Pelope con pequeñez de ánimo y con ambicion pueril, quejándose de que no hubiera puesto bastante diligencia para que los Bizantinos le decretaran ciertos honores.

De todo esto era causa su vanidad, y tambien de que, acalorado en el decir, se olvidara—á veces del decoro. Porque defendió en una ocasion á Numacio; y como éste despues de absuelto persiguiese á un amigo de Ciceron llamado Sabino, se dejó arrebatar de la cólera hasta el punto