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Plutarco.—Las vidas paralelas.

cedonia. A los naturales que habian quedado en el país no les era tampoco sensible esta mudanza, porque tenian en memoria y detestaban lo mal que Casandro se había portado con Alejandro despues de su muerte; y si áun quedaba algun recuerdo del antiguo Antipatro, disfratábale Demetrio por estar casado con File, y tener de esta un hijo sucesor del reino, que ya era mocito y militaba con el padre.

Habiéndole sido tan favorable la fortuna, supo que los hijos y la madre habian logrado caer libres, recibiendo todavía dones y honores de parte de Tolomeo; y supo asimismo de su hija casada con Seleuco, que lo estaba con Antioco, hijo de éste, y que habia sido proclamada reina de las provincias allas. Porque sucedió, segun es fama, que Antioco se enamoró de Estratónica, que era jóven; mas tenía ya un hijo de Seleuco, por lo que vivia en la mayor afliccion y congoja, luchando con el mayor esfuerzo contra esta pasion; tanto, que considerando lo desordenado de sus deseos y lo insufrible de su mal, andaba meditando el modo de librarse de la vida; y pensó salir de ella poco a poco con no cuidarse de remedios, y con acortar la comida, fingiendo en tanto que se hallaba enfermo. El médico Erasistrato comprendió sin dificultad que estaba enamorado; pero deseando descubrir de quién, lo que no era tan fácil, se quedó á habitar en su propia cámara; y si entraba algun mancebo ó alguna joven de agraciada figura, miraba á Antioco al rostro, y observaba los miembros y movimientos del cuerpo que naturalmente son afectados cuando el ánimo sufre una vehemente impresion. Viendo, pues, que cuando entraban los demas ninguna novedad tenía, y que cuando entraba Estratónica, que iba muchas veces, ó sola ó acompañada de Seleuco, se notaban en él todas aquellas señales de Safo: apocamiento de la voz, encendimiento del color, caimiento de los ojos, repentinos sudores, alteracion é intercadencia del pulso, y finalmente