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Página:Libro de cavalleria celestial del pie de la rosa fragante.djvu/58

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PIE DE LA ROSA

señalarse los agradecidos seruidores: como tales, tengamos por bien, de reconocer lo que deuemos a nuestro soberano señor, el qual por su bondad in estable, y no por nuestro merecimiento, nos hizo merced de tan exceléte naturaleza. Visto aueys, q Luzbel, mouido de soberuia, tieta de ocuparse las sillas defendidas, pues con hazer esto, desobedece ala diuina voluntad, y la ofende, en querer ygualar se con su grandeza, conuiene, que vnanimes le defendamos tan encubrado lugar, pues solamentese deue, y pertenece al señor cuyo es. Estad cófiados dela vitoria, pues peleamos como essecutores de ladiuina lusticia: no se tenga otro fin, sino es lidiar por la honrra, por el seruicio, y el amor de Dios: pues allende que a ley de fidelidad somos obligados a ello, no pequeña gloria sera para nosotros, que parezcamos con insignias de leales delante su diuino acatamiento. Acabo de orar el Capitan generoso: y la respuesta, que sus copañeros le dieron, fue fortalecerse enla virtud diuina, en cuyo amor encendidos, mouieron por su orden contra las obstinadas hazes que hazia ellos venian, y los salieron a recebir con animoso coraçō. Amenazauanse de lexos los escudos delos propositos de vnos y otros, y enel continente de ambas huestes, se mostraua muy de veras el desamor que se auia. El ruydo delas trompetas, y el alarido delos rebel des, parece, que auia de poner espanto enlos leales, pero yuan ellos tan sobre, que acercando se a su passo alas ordenes delas vanguardas, y escaramuçando las hileras delas intenciones, se trauo la bata lla. Fue tan reñida entre ambas partes, q otro ma-

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