santo caudillo Miguel, que a demasia durauan los enemigos enel campo. Entonces viendo el animo, y brauo coraje con que se mantenian enel, especial méte Luzbel que soportaua el peso de toda la batalla, apreto en su mano la espada dela essecucion dela diuina Iusticia, y entro enel mayor golpe de la lid, animado alos suyos, y dãdo fuertes, y desme surados golpes en aquellos rebeldes, se hizo abrir passo por todas partes: tanto que dōde mas se martilleaua la batalla, vio al salso Luzbel que delante los suyos peleaua con mucho vigor, pugnando de dar cima a su empresa. Como assi le vido, fue para el bládiendo su espada, y le dixo: Agora do desleal perdereys el orgullo q tuuistes con saber a que saben los filos dela justicia: venido soys a tiempo, donde pagareys lo que deue a Dios poderoso vues tro soberuio atreuimiento: atended el dulce y justificado corte desta espada diuina, yvereys, esperime tandola, el castigo que reciben los que como vos son fementidos, y aleuosos. Diziendo estas palabras, se dexo yr contra Luzbel q con brauo coraje lo atédia, y alçado la espada con ambas manos, le dio vn espatoso golpe sobre su soberuia cabeça, y aunq no sue desaforado, pues con justicia lo recebia, no le presto algo a Luzbel el yelmo de su malicia, tanto q cortandole el yerro de su eleuado pensamiento, le corto tābien las enlazaduras de sus dañados propositos, y atordido con aquel fuerte golpe, lo derribo dela filla, y del cielo enlos infiernos del descanso dulce enel trabajo amargo, y dela gloria perdurable enla eterna pena. Dado este golpe tan estraño, cayero co su Cabeça aquellos re beldes miembros:
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