Esta página ha sido validada
R U B E N D A R I O
Para qué tanto pensar,
si en esta cosa tan pura
saboreamos la amargura,
la amargura de la mar.
Filomela está dormida,
¿qué te dijo su canción?
Canta sólo en esta vida
una vez el corazón.
Vida mía, vida mía,
qué divina está la mar.
¿Cómo no supe aquel día
que me habías de olvidar?
Está ardiendo mi incensario,
es una copa de Ofir.
«Navegar es necesario»
y es necesario vivir.
96