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L I R A P Ó S T U M A
AL RECIBIR UNA CARTA DE BUENES AIRES
Has apurado, Rubén,
la célica medicina;
esperanza, amor y bien
son una poción divina,
peregrina.
Superior a toda ciencia
que le puedan dar los sabios:
ella ha vertido en tus labios
el elixir de Juvencia.
Lo que fué ya está borrado,
y el porvenir que obscuro era
es presente iluminado
por alba de primavera
verdadera.
Brille tu genio fecundo,
oriente sus ricas galas;
Alondra, tiende tus alas
sobre la aurora del mundo.
L.H.D.
Nunca ha existido doctor
crisostómico parlante
que aplicara semejante
Medicina del amor.
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