Página:Lira postuma.djvu/86

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
R U B E N  D A R I O


Adivinando a Dios, o al dios
que en tu mente y en tus sentidos,
por el dulce enigma de dos,
te dé el secreto de los nidos.


Seas emperatriz futura
y un corazón sea tu imperio,
por la beldad de tu ternura
y el cetro de tu cautiverio.


Y versos dulces sean dichos
en donde trisquen halagüeños
los cervatillos de tus sueños
con las corzas de tus caprichos,


Y huelle tu talón de rosa
la arena de oro perfumado
por los ungüentos de la Esposa
en los jardines del Amado.

74