género policial que practicaron Borges y Bioy Casares no figuraba precisamente la preocupación de no mezclar el género: la piratería policial de Stevenson en The Wretcher (1892) o el policial teológico de Chesterton en The Man who was Thursday (1908) eran lecciones suficientes. Cuando a principios de la década del 30 Borges se inicia en la narrativa y se introduce en el género policial (estos dos comienzos son, en realidad, uno solo), recurre a la figura tutelar de Chesterton justamente por la mezcla de policial y fantástico que proponían sus relatos”. Borges y Bioy Casares prefirieron atender a las similitudes entre estos géneros y olvidarse de las diferencias; esta fecunda confusión de géneros (el policial y el fantástico, el policial y la ciencia ficción) es la que define la narrativa del 40 de Bioy Casares: La invención de Morel, Plan de evasión, "El perjurio de Ia nieve", ”E| otro laberinto", etc. policial de enigma o de la novela negra resultan anacrónicas). En Ia concepción del evidente e indiscutida que parece superfluo insistir al respecto. Sin embargo, es este aspecto el que permite comprender el origen de los desacuerdos que enfrentan a estas dos concepciones del género. En un género tan homogéneo como el policial, y justamente en razón de esa homogeneidad, las heterodoxias dan lugar a juicios dispares. Para quienes midan las desviaciones usando como criterio la uniformidad de ese conjunto de textos prácticamente idénticos que constituyen el núcleo del género, resultará evidente que esas desviaciones exceden los límites del policial. Pero si se evalúan esas mismas desviaciones usando como criterio las diferencias admitidas en otros géneros, resultará no menos evidente lo contrario. Los relatos de Poe, en especial "Los crímenes de la calle Morgue", fueron copiados tan detalladamente que más tarde los críticos del género no se cansarían de advertir que ”todo está en Poem. Esa fidelidad fue, por cierto, extraordinaria. Si los géneros se constituyen históricamente a través de la imitación, habría que decir que el género policial se constituyó a través del plagio. En Francia, los cuentos de Poe comenza- ron a conocerse a partir de la traducción, en 1845, de "El escarabajo de oro”. La Quotidiene, a mediados de 1846, publicó un texto titulado "Un meurtre sans exemple dans les fastes de la Justice”. Tres meses después, Le Commerce publicó un relato firmado por E. D. Forgues con el título "Une sanglante enigme". Las similitudes entre este texto y el de La Quotidiene eran excesivas. Cuando se acusó 23 5. La uniformidad que caracteriza a una parte del género policial resulta tan
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