Página:Literatura policial en la Argentina. Waleis, Borges, Saer.djvu/47

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sino a los de Pichón -Pichón ¿no?-, que a pesar de los privilegios de la experiencia, no está menos perdido en la incertidumbre engañosa que él, que en todos aquellos dias se había despreciado un poco por haber estado en Francfort, privándose de ese modo de atrapar, en un punto preciso de lo que es, la sucesión rugosa del acontecer con la red de sus cinco sentidos“. Porque, a fin de cuentas, ¿qué privilegio podía tener Pichón sobre el Matemá- tico si para ambos, presentes o no, el Episodio era igualmente imperceptible, invisible, propiamente nada? "...después de tantos años, los hechos eran tan ajenos e inaccesibles a los que habían participado en ellos como a los que únicamente los conocían de oídas"“‘. Ningún privilegio del Soldado Viejo sobre el joven; ninguno, tampoco, del entenado sobre las historias que, acerca de su propia experiencia, circulaban por Europa, hasta el punto de que él, protagonista de los hechos, debe adaptar su versión a la de los otros. Corolario previsto ya por Nadie nada nunca: si nos atenemos a lo visible, a la experiencia inmediata, "no hay, al principio, nada“? "pase lo que pase, si es que todavía pasa algo, en lo que antes se llamaba vida real, basta saber lo que se debe decir en el plano artificial de las representaciones para que todos queden más o menos satisfechos y con la sensación de haber participado en las deliberaciones que cambiarán el curso de los acontecimientos“? Por eso, como en el caso del entenado, el Episodio no es, en el presente, lo que "ocurre" sino loque "habrá ocurrido", retroactivamente, para un relato que lo evoque, aun cuando ese relato sea contemporáneo, como en las transmisiones de fútbol, del "evento": "quiero hacerles notar -dice Pichón- que lo que estamos percibiendo en este momento es tan fragmentario como lo que yo sé de lo que les estoy refiriendo, pero que cuando mañana se lo contemos a alguien que haya estado ausente o meramente Io recordemos, en forma organizada y lineal, o ni siquiera sin esperar hasta mañana, si simplemente nos pusiéramos a hablar de lo que estamos percibiendo, en este momento o en cualquier otro, el Corolario verbal también daría la impresión de estar siendo organizado, mientras es proferido, por una consciencia móvil, ubicua, múltiple y omnipresente”. Pero si el Episodio no existe fuera de un relato que lo rescata de su invisibilidad esencial, si él no es referente, dato, si jamás pudo ser visto por nadie y esquiva el presente,¿cómo distinguir entre lo ficticio y lo verídico? O, para decirlo con Bioy 49 desaparecido gracias, no a sus propios recuerdos —Saer se refiere al matemático,