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EL VESTIDO DE TERCIOPELO (Juego escolar)
Cuéntase que había una niña que, aunque de cuna modesta, juzgaba que no era digno sino el vestirse de seda.
Y el mérito de las niñas que llamaba compañeras, se valoraba a sus ojos
por el valor de sus prendas.
Ocurrió que cierto invierno, hízole para las fiestas
su madre, un bonito traje de terciopelo cereza.
Y la niña vanidosa, *
cada vez que aquella prenda se ponía, desdeñaba
a sus pobres compañeras.
Mas parece que el vestido, ante conducta tan necia, quiso dar a la niñita
una lección muy severa.
Así, pues, llegó un domingo, y la niña con tristeza
oyó que su lindo traje
le hablaba de esta manera: