— 133 — LA FAMILIA CONEJO
En un rincón del bosque la coneja ha reunido a sus cinco pequeñuelos para darles consejos. Hace muy poco tiempo que los conejitos están en el mundo, y por lo tanto no tienen experiencia. La madre sabe bien que sus hijitos corren muchos peligros si no aprenden a defenderse de sus ene- migos.
Conviene que sepan que los conejos son muy buscados por los cazadores, para venderlos en el mercado. Y no sólo para comerlos se les busca, sino también para aprovechar su linda piel, con que las mujeres y los niños se abrigan en invierno. ¡Ay! es necesario estar precavidos, pequeños.
El verano es una buena estación para cazar cone- jos, cuando éstos van a saltos por las huertas, bus- cando un repollo tierno o algunas hojas de lechuga con que regalarse. ¡Cuidado, conejitos! ¡Cuidado con los cazadores!
Felizmente la naturaleza os ha dado algunas ven- tajas. Vuestras largas y movibles orejas os permi- ten oír los ruidos más leves. Uno de los conejitos ya ha aprendido esta lección; se ha sentado sobre sus patas traseras y, con las orejas bien derechas, parece escuchar algún ruido lejano.