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AIRE Y VIENTO
Soy una cosa sin precisa forma, pero que todo cuanto es hueco lleno; aunque color no tengo, es bien sabido que doy su bello azul al firmamento.
Nadie me ha visto aún, y sin embargo, estoy en todas partes, según veo; y aunque todos me absorben con delicia, dicen ¡ingratos! que sabor no tengo.
A los seres humanos y a las bestias, lo mismo que a las plantas, yo sustento; si llegara a faltarles, es seguro que fuera el mundo todo un cementerio.
Yo penetro hasta lo hondo de la tierra, con las aguas inquietas me entremezclo, me elevo por encima de las nubes y a los abismos más profundos llego.
Cuando libre me dejan soy muy puro; me vician la quietud y el largo encierro, y el que me aspira entonces, reconoce que le hago el mismo efecto que un veneno.