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Sta. Raquel. — Llámase mala estación aquélla en que, a causa de la sequía, las plantas carecen de la humedad necesaria para su nutrición, o cuando, por exceso de lluvias, los frutos son escasos; y tam- bién, cuando la langosta devora los cultivos.
Elisa. — Yo he visto muchas langostas este vera- no. Son insectos muy dañinos, pues no sólo comen las hojas y los tallos, sino también !+ corteza de los árboles, hasta de- -—-— jarlos enteramente pelados.
Sta. Raquel. — Es verdad: la langosta es la peor enemiga de los agricultores; por eso la miran con AO tanto horror. Eastcillos
Alberto. — He preguntádo qué es un agricultor, porque días pasados recibí una carta de un niño residente en Santa Fe, en la que me dice que aun- que asiste a la escuela no dispone de mucho tiem- po para estudiar, pues debe ayudar a su padre en las faenas agrícolas; y yo no sabía cuáles podían ser tales faenas.
Sta. Raquel. —Son muy variadas, ciertamente. El agricultor debe arar la tierra, es decir, removerla
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