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LA SEÑORITA MARIPOSA
(Fábula)
«Por aquí vamos bien» — decía un gusanito blanco, de A cuerpo blando y anillado, mien- tras trepaba, con ayuda de un buen número de patitas dimi- nutas, por el tronco de un du- +aZNero.
Era un gusanito joven que acababa de abandonar el huevo de una mariposa, y estaba ansioso de ver el mundo.
La verdad es que nuestro amiguito había nacido con suerte, pues salió a la luz en un tranquilo día de verano, en medio de una huerta muy hermosa, llena de frutas maduras y sabrosas.
e días pasó el gusanito en su nueva mora-
¡Qué bella le parecía! Era pe verde y dorada. Cuando sentía calor o caía la lluvia, dejábase estar en el reverso de / una hoja, que era para él, a a vez, un magnífico toldo y un gran paraguas.
Una mañana, sin embargo,
