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LA VIDA DE UNA GOTA DE AGUA (Traducción)
Limpia, clara y transparente, en el seno de una rosa, una perla de rocío se hallaba al llegar la aurora.
El aire tibio de estío dejóla en las frescas hojas, y tan pura como el agua la luz del alba encontróla.
Desde el perfumado lecho oyó de pronto la gota que, con voz alegre y dulce, la llamaba así la rosa:
«Buenos días, amiguita, arriba, pues, perezosa. » Y al punto, del sol un rayo llegó, bañándola toda.
Y se sintió levantada, y, reuniéndose a otras gotas, fué a brillar del alto cielo en la nube más hermosa.
Rodando así lentamente y mezclándose a las otras, bajó después a la tierra como lluvia bienhechora.