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Hijo mío — le dijo, — tú has querido abusar de tu de- recho; te está permitido recorrer la pista con la bicicleta, pero no los jardines, y el empleado cumplió su deber re- cordándotelo.
— Pero, papá — contestó algo cortado Julito, — la li- bertad de cada uno... — Confundes el significado de esa palabra — respondió
Comisaría de campaña.
su padre. — Así como tú crees tener derecho a recorrer los jardines con tu máquina, los que pasean a pie tienen el de que se les permita pasear sin riesgo de ser atropellados. Aunque tú pusieras mucha atención, no sería imposible que llevaras por delante a alguno; y he ahí cómo tu diver- sión vendría a ser causa de desagrado para otro.
Es cierto que en todo país libre como el nuestro los habi- tantes gozan del derecho de hacer cuanto quieran, pero con
