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EL PRIMER ABANDERADO ARGENTINO
En'cada batallón hay un soldado que tiene por. misión llevar la bandera: se le llama el abanderado. La bandera es para el regimiento su tesoro y su reliquia; hay cuerpos del ejército cuya bandera ha fi- gurado en numerosos comba- tes; se la mira con veneración, y, aunque desteñida y desga- rrada, es para todos, soldados y ciudadanos, el símbolo sa- grado de la patria.
Si al país le tocan días de paz, el abanderado hace on- dear la bandera frente a sus compañeros en los desfiles patrios y fiestas a que el ejército debe concurrir.
Si, en cambio, le tocan días de guerra, es sublime y ar- dua la misión del abanderado: sublime, pues en medio de las más espantosas confusiones de la batalla debe man- tener desplegada en alto la enseña de la patria, a fin de que, a su vista, sus compañeros recobren nuevas fuerzas para luchar en su defensa; y ardua, pues el abanderado es el blanco predilecto del enemigo, que se esfuerza en abatir la bandera cuando no en apoderarse de ella, lo que para los soldados representa la mayor de las humillaciones.
¿Saben ustedes quién fué el primer abanderado argen- tino? El general don Manuel Belgrano; primero entre
General Manuel Belgrano.
