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PROCEDENCIA DE LAS COSAS MÁS COMUNES
— Oye, Martín, ya tenemos un juego para esta noche.
— ¿Cuál? Armando.
— Lo que papá leía ayer me ha sugerido una idea. Si mal no recuerdo, decía que muchos, muchísimos objetos que usamos diariamente y en los que no paramos nuestra atención, han hecho hasta llegar a nosotros, un largo viaje desde los puntos más lejanos y opuestos de la Tierra. La cosa me pareció tan interesante y nueva que desde ese momento estoy procurando descubrir la procedencia de cuanto objeto veo en casa, en la escuela o en la calle. ¡Vieras qué entretenido resulta! Te invito, pues, a que juguemos a eso.
— Aceptado; me gusta tu idea.
— Aquí tengo unas hojas de papel; mientras tú apuntas los objetos yo buscaré su procedencia en los libros, y des- pués alternaremos la tarea.
Empecemos por las cosas que comemos y bebemos todos los días. La carne y las legumbres frescas ya se sabe que proceden de nuestra campaña, tan rica en productos de la agricultura y la ganadería.
— Sí, pero las legumbres secas y en conserva vienen de Italia, España y Francia, lo mismo que los mariscos.
— No todas proceden de esos puntos, pues en casa sabe- mos comer julianas y conservas de legumbres muy buenas, fabricadas en uno de los pueblos del sur de la provincia de Buenos Aires, cuyo nombre no recuerdo en este mo- mento.