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— Mucho. Un viajero puede perecer de sed o de ham- bre, o ser asaltado por los indios que todavía tienen sus madrigueras en algunos lugares, sin esperanza de recibir socorro humano alguno. Fíjate ahora en esto. Tú habrás oído decir más de una -- vez que nuestro país es. muy rico, ¿no es así?
— Así es.
— Si estando tan des- | poblado puede ser rico, | ¿cuánto más lo sería si' hasta el más remoto rin- cón de su suelo estuviera completamente habitado por hombres. civilizados y y laboriosos? Hay zonas excelentes para el cul- tivo de muchas plantas útiles o para la cría de ganado; hay regiones mi- P neras que nadie explota porque se hallan muy Miendentes franceses, que contribuyen 20h e distantes de las pobla- “bio al progreso de ella, ciones y sería penosísimo vivir allí e imposible exportar los productos por falta de medios de transporte; hay bosques de maderas preciosas que no se las aprovecha por falta de personas que efectúen ese trabajo; hay, en fin, mil veces más riquezas que las que nuestra población actual puede explotar. Ya ves, pues, cuánta falta nos hace que cada año
