Página:Lopez Nuestra tierra.djvu/81

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

— 7 =—

Y para sostener ese voto se lanzan a defender su terri- torio contra los que pretenden mantenerlo sometido.

Las armas les son favora- bles, y una serie de victorias los cubre con los laureles del triunfo en sucesivas batallas, que el poeta, entusiasmado, enumera así:

San José, San Lerenzo, Suipacha,

Ambas Piedras, Salta y Tucumán,

La Colonia y las mismas murallas

Del tirano en la Banda Oriental,

Son letreros eternos que dicen:

«Aquí el brazo argentino triunfó,

Aquí el fiero opresor de la patria

Su cerviz orgullosa dobló.»


Esteban de Luca, uno de los primeros poctas de la Revolución.

Todos esos triunfos están condensados en los sencillos pero expresivos términos si-

guientes: La victoria al guerrero argentino

Con sus alas brillantes cubrió.

Las banderas y las armas de los ejércitos contrarios se rinden ante la Libertad, a la que el pueblo de Mayo levanta un trono digno de ella, y entonces :

Desde un polo hasta el otro resuena De la fama el sonoro clarín,

Y de América el nombre enseñando Les repite: «Mortales: ¡ofd !

Algo muy grande debe ser lo que así merece ser procla- mado desde un confín al otro de la Tierra, para que lo oigan