ciento y cincuenta mil ducados (cinco millones de sextercios) (1). Fué también destruída Calpurnia, mujer ilustre, porque el príncipe sin algún mal pensamiento, en cierta conversación acaso la alabó de hermosa, que fué causa de que la violencia de Agripina no llegase á hacer contra ella todo lo que podía. A Lolia se le envió un tribuno para que la hiciese morir. Cadio Rufo, acusado por los Bitinios, fué también condenado por la ley de residencia.
A los de la Galia Narbonense, por el notable respeto y reverencia que habían mostrado siempre para con el senado, se concedió el mismo privilegio de que gozaban los Sicilianos, esto es, que pudiesen ir á visitar sus haciendas sin licencia del príncipe (2). Los Itureos y Judíos, muertos sus reyes Soemo y Agripa, fueron agregados á la provincia de Siria. Decretose que el agüero de la salud (3), olvidado ya por veinticinco años, renovase y se continuase para lo de adelante. Acrecentó Claudio el circuito de Roma (4) (1) Plinio refiere, á propósito de Lolia, que en una cena de bodas se presentó a los convidados con un adorno de perlas y esmeraldas que valía cuarenta millones de sextercios. Sus inmensas riquezas eran fruto de los escandalosos robos de su abuelo Lolio.
(2) Ni aun en los tiempos de la república ningún senador día viajar sino con licencia ó como delegado del gobierno. Los emperadores limitaron todavía este derecho, y Claudio se reservó el concederlo á sí solo y sin el concurso del senado, como se había verificado hasta entoncespa (3) Especie de adivinación que se empleaba cuando la república gozaba de una paz completa para saber si aprobaban su continuación los dioses.
(4) Hizolo después que se hubo agregado al imperio la Bretaña. He aquí la inscripción en que se testifica este hecho: TI. CLAVDIVS DRVSI. F. CESAR AVG. GERMANICVS PONT. MAX. TRIB. POT.
VIII. IMP. XVI. COS. IIII CENSOR PP AVCTIS. POPVLI. ROMANI FINIBVS POMERIVM AMPLIAVIT. TERMINAVIT.
