ferente. Debe interesaros conocer el detalle de los platos: hubo pan enmohecido, corteza de tocino, sebo, y para postres salchichas asadas. Despues de haber concluido volvimos á comenzar, de modo que fué romo si hubiésemos tenido dos comidas. Todos estabamos muy alegres y decíamos esas agradables tontunas que se dicen en familia.
» Lo devoramos todo; sólo quedaron los asadores de las salchichas. Á lo mejor de la conversacion, una de mis vecinas recordó la locucion proverbial: asadores en sopa; todo el mundo habia oido hablar de este plato, pero nadie lo habia probado y nadie sabía prepararlo.
» Se brindó con sumo ingenio por el inventor de esta sopa, y dijeron que habia resuello la cuestion social, cosa más profunda de lo que parece.
El anciano rey se levantó entonces y declaró que aquella de las ratas jóvenes que supiese condimentar esta sopa del modo más apetitoso sería su esposa, sería reina. Y concedió un plazo de un año y un dia para prepararse á la prueba.
— No es mala la idea, dijo la comadre. Pero ¿cómo es posible preparar esa decantada sopa?
— Amiga mia, eso es lo que se preguntan todas las señoritas del bando ratuno, y las viejas tambien, pues esperan que las dejarán tomar parte en el certámen. Todas desearian ser reinas; lo único que