Página:Los novios. Historia milanesa del siglo XVI (1880).pdf/30

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 18 —

--Pero expliqueme usted qué otra diligencia es bay que practicar, y se hará al instante.

—įSabes tú cuántos son los impedimentos dirimentes?

—Qué quiere usted que sepa yo de impedimentos?

—Brror, conditio, votum, cognatio, crimen, cultus, disparitas, vis, ordo, etc.

—Usted se está burlando de mí: ¿qué tengo yo que ver con esos iatines?

—Pues si no sabes las cosas, ten paciencia y confórmate con el parecer de los que las saben.

—En resumidas cuentas...

—Vaya, Lorenzo mio, no te acalores: estoy pronto á hacer... todo lo que esté en mi mano. Quisiera verte contento, pues yo te estimo... ;Cuando pienso que estabas tan bien! nada te faltaba: se te ha metido ahora en la cabeza el cala que sarte...

—A qué viene esta reconvencion?-prorumpió Lorenzo entre sorprendido y encolerizado.

—Eso es decir... en fin, ten paciencia.

—En una palabra...

—En una palabra, hijo mio, yo no tengo la culpa. La ley no la he hecho yo. Antes de hacer un casamiento tenemos obligacion de practicar muchas, muchisimas diligencias para asegurarnos de que no hay impedimento alguno.

—Pero por María Santísima, dígame usted: ¿qué impedimentos son esos?

—Ten paciencia: no son cosas estas que puedan arreglarse asi como se quiera en dos palotadas. Creo que no habrá dificultad; pero de todos modos hay averiguaciones, que nosotros forzosamente tenemos que practicar. El texto está claro y terminante: antequam matrimonium denunciet...

—Ya he dicho á usted que yo no entiendo ni quiero entender de latines.

—Ello es preciso que yo te explique...

—Pero no ha hecho usted ya todas estas averiguaciones ?

—No todas, te digo, como hubiera debido hacerlas.

—Y por qué no las ha hecho usted en tiempo? ¿por qué me dijo usted que todo estaba acabado? y ahora ¿por qué me hace aguardar?

—Ves cómo me echas en cara mi demasiada bondad? Para servirte más aprisa facilité las cosas, pero ahora han ocurrido circunstancias... Yo me entiendo.

—Y por último, iqué quiere usted que haga?