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LAVA DE ENSUEÑOS
En casa del opulento
Diputado Albay.
Calle Carolina, Malate.
—Cara de besos. Cara de rosas.
—Mentirosos sus ojos de usté, lánguidos, dulces, chinos...
-¿Qué?
No le oyó, ella, con el ruido que Toñing, su hermanito, arrancaba del piano, porraceándolo con ambas manos, jugando. Y se