gular. Tiene cuatro mujeres, á las que mira como legítimas: el hijo primero que tuvo de ellas es quien debe sucederle. Estas mujeresse llaman imperatrices, llevan diversos nombres y cada una tiene una corte especial: ninguna cuenta ménos de 300 hermosas doncellas á su servicio además de lacayos, escuderos y otros hombres y mujeres, hasta mil al todo.
Cuando el emperador quiere estar con una de ellas, la hace venir á su cámara; otras veces va él á la de ella. Mantiene tambien concubinas, y diré por qué. Hay una casta de Tártaros llamada Migrac, compuesta de hombres hermosos y ágiles. De las mujeres de esta casta se sacan cien lindas doncell s para el Kan, el cual las hace dormir con las mujeres del palacio para saber si á las dichas doncellas les huele el aliento y si son vírgenes. Cada tres dias y cada tres noches seis de estas doncellas sirven a Cublai en su cámara, en su lecho ó donde convenga.
CAPITULO IV.
Cublai Kan ha tenido veintidos hijos varones de sus cuatro mujeres. El mayor se llamaba Gengis, en memoria del fundador de la dinastía, y á él tocaba el trono; pero habiendo muerto le corresponde la sucesion al