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Página:Los zapatos colorados.djvu/66

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ANDERSEN.

venir á tierra porque está seca ,pero se procurará que estén en su elemento; en todo caso, se tendrán sus sillas húmedas.

Luego tendremos los demonios de primera clase, con cola retorcida, la mandrágora y el caballo de los muertos [1].

- Cuac, cuac, dijo el cuervo y echó á volar para desempeñar el encargo que se le había dado.

Durante este tiempo, las hijas del rey ensayaban el paso de baile que acababan de enseñarlas, arropándose en sus chales tejidos de niebla y de luz de la luna. El gran salon de honor estaba magnificamente adornado, y las paredes, frotadas con grasa de bruja, relucían como hojas de tulipa. En la cocina se estaban guisando pistos de sapos y culebras; centenares de ranas estaban preparadas para ponerlas en el asador y se calentaba la grasa para freír babosas y sanguijuelas; se estaba mondando una ensalada de nenúfares y de hongos encarnados, de los cuales bastaba un bocado para matar al hombre más robusto; esta ensalada estaba sazonada con rabos de ratas. La reina de los hornagueros había enviado una cerveza hecha por

  1. Conforme a un uso supersticioso, en Dinamarca, procedente del paganismo, cada vez que se edificaba una iglesia, se enterraba un caballo vivo en los cimientos; el espectro de este animal, decía el vulgo, iba á buscar el alma de los muertos.