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Acta Apostolicae Sedis - Comentario Oficial

Por lo tanto, la integridad de tu mente y tu opinión sobre este asunto deben expresarse claramente por escrito a los piadosísimos y devotos obispos de Macedonia y a los pastores de todo Oriente "[1].

El mismo Nestorio no ignoraba la autoridad suprema del obispo de Roma sobre toda la Iglesia; y de hecho escribió repetidas veces a Celestino, esforzándose por probar su doctrina y por ganarse y cautivar el alma del santo Pontífice. Pero en vano; porque los propios escritos incompletos del heresiarca contenían errores importantes; y el Jefe de la Sede Apostólica, en cuanto los vio, poniendo inmediatamente la mano en el remedio para que la plaga de la herejía no se hiciera, por demora, más peligrosa, examinaos jurídicamente en un Sínodo los reprobó solemnemente y decretó que por todos debían ser reprobados.

Y aquí deseamos, Venerables Hermanos, que reflexionen detenidamente sobre cómo, en este caso, la forma de proceder del Romano Pontífice difiere de la seguida por el Obispo de Alejandría. De hecho, mientras ocupaba un estimado primer asiento de la Iglesia oriental, no quiso, como hemos dicho, resolver por sí mismo una controversia gravísima sobre la fe católica, antes de haber conocido bien el pensamiento de la Sede Apostólica. Celestino, por otra parte, reunico un Sínodo en Roma, habiendo considerado la causa cuidadosamente, en virtud de su autoridad suprema y absoluta sobre todo el rebaño del Señor, pronunció solemnemente esta decisión sobre el Obispo de Constantinopla y sobre su doctrina: "Sepa, pues, claramente", así le escribió a Nestorio, "que esta es nuestra sentencia: si no predicas acerca de Cristo, nuestro Dios, lo que afirman las Iglesias romana y alejandrina y toda la Iglesia católica, así como la sacrosanta Iglesia de Constantinopla ha mantenido correctamente hasta ahora. Así si, dentro de los diez días a contar desde el día en que hayas recibido noticia de esta indicación, no repudiaras, con una confesión clara y escrita esa pérfida novedad que pretende separar lo que une la Sagrada Escritura, serás expulsado de la comunión de toda la Iglesia Católica.

  1. Mansi, loc.cit., IV, 1015.