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Quedando sin alas qué pájaro no echará de menos su dulce libertad? — Quedando sin ilusiones — las divinas alas de nuestro espíritu — qué corazón olvidará el día fatal en que una garra lo dejó sin ellas? — El autor.
En un nimbo de cirios y de rosas
La dulcísima muerta sonreía,
Las llamas eran gritos de agonía
Perdiéndose entre sombras angustiosas;
Eran rojas pupilas misteriosas
Inmóviles en una muda y fría
Contemplación, eran el alma mía
Encarnada en ardientes mariposas.
Las rosas perfumaban el ambiente
y juntábanse en mi ánimo doliente
Con el perfume del recuerdo santo.
Y entre rosas y cirios mi congoja
Tembló, cual bajo el viento débil hoja,
Y se quebró en un infinito llanto.